A causa de una mayor longevidad de nuestros perros, cada vez son más frecuentes los casos de enfermedades crónicas en los peludos de mayor edad. En el caso que nos ocupa, la osteoartritis, también se ha identificado en mascotas jóvenes. Tanto es así que, en muchas ocasiones, pasa desapercibida en un 50% de los perros.
La osteoartritis es una enfermedad que afecta gradualmente a las articulaciones, junto con una inflamación crónica para derivar en una situación de dolor crónico, que afecta a la salud más allá de la articulación perjudicada.
Se trata de una enfermedad del cartílago, que está en continua remodelación equilibrando factores que lo degradan con aquellos que lo reconstruyen. Cuando este equilibrio se rompe, surgen los problemas, independientemente de la edad.
Uno de los principales síntomas de esta enfermedad es el dolor por lo que el tratamiento pasa por su alivio como meta fundamental. El dolor crónico de la osteoartritis puede llevar a un aumento de la percepción del dolor a los estímulos dolorosos (hiperalgesia) y a los no dolorosos (alodinia). Esta situación se agrava en un círculo vicioso del dolor, muy molesto para el perro..
Esta enfermedad se diagnostica teniendo en cuenta los antecedentes del animal, examen físico, pruebas concretas como la radiografía y muchas veces, valorando la respuesta a la terapia.
Algunos signos habituales son cojera, rigidez al levantarse, evitar el juego y cansarse rápidamente, evitar saltar, caminar de forma extraña, mayor irritabilidad o evitar ser tocado. Además, puede haber falta de fuerza muscular.
Desde Sanivet, te sugerimos que, cuando percibas estas señales, nos traigas a tu perro para que lo reconozcamos y pueda tener un tratamiento que mitigue su dolor y le proporcione una mayor calidad de vida.